sábado, 25 de octubre de 2008

La pelea de Toros





El león estaba con un hambre insoportable.¡hacía tanto que no probaba comida¡ ningún animal había muerto entre sus garras en los últimos días, ninguno, ni siguiera un pequeño conejo…


Entristecido y lánguido, el león vagaba por el bosque pensando en volverse vegetariano, cuando de pronto vio-qué rico- a tres toros.

Los toros estaban juntitos, gorditos, comiendo en un pastizal. “Si están juntos, no podré matarlos… debo hacer algo para que se separen”, se dijo el pelucón, relamiéndose el hocico. Es que los toros son animales fuertes, especialmente si están unidos.

Así que el león se puso a escuchar lo que conversaban.
- Recuerden nuestro pacto de amigos: compartiremos siempre este pastizal, pase lo qur pase- mugió uno de ellos, y los demás dijeron que sí.

Entonces, el león ideó un plan.
- Oye, tú… -susurró, para que solo lo escuchara uno de los toros. El animal se acercó a él, confiadamente.
- Tus amigos se han aliado para quitarte el pastizal- le dijo. Y el toro abrió los enormes ojos, asombrado. “¡Esos rateros¡ ¡Siempre lo había sospe
chado¡”, pensó con cólera.

El león hizo lo mismo con los otros dos toros. No faltó mucho tiempo para que los toros comiencen a reñir con vacuna furia.

¿Y sabes que pasó? Empezaron a mirarse con desconfianza. Cada uno buscó un pedazo de pastizal y allí se quedó, protegiéndolo. Los amigos estaban separados… entonces, el león ¡juas¡, los atacó y se los almorzó uno por uno. El pastizal se quedó sin toros y el león se quedó sin hambre. FIN.

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