martes, 4 de noviembre de 2008

El dedo de Peter





¿Sabes qué es lo curioso de Holanda? Que es un país bajito y plano, por lo que siempre está en riesgo de sufrir inundaciones. Un poquito de agua desde el Mar del Norte y ¡plaf!, se inunda todo el país. Por eso, los holandeses se han especializado en construir diques (los diques son unas barreras enormes entre el agua y la tierra, con compuertas para dejar pasar el agua si conviene)

Aquí vivía Peter, quien era hijo de un señor que trabajaba abriendo y cerrando, abriendo y cerrando, abriendo y cerrando las compuertas de esos diques. Peter tenía 8 años y todas las tardes iba a pasear al campo., pero una vez, mientras paseaba, empezó a llover a chorros, como si una mano en el cielo estuviera exprimiendo las nubes…

Peter corrió hacia su casa. A mitad del camino, como siempre, pasó por uno de los diques. ¿Y sabes que vio? Un huequecito. El agua se estaba saliendo de a pocos de allí.

El hueco más chiquito puede abrir la grita más peligrosa en un dique”, solía decir su papá. Así que Peter puso el dedo en el huequesito, deteniendo la salida del agua.

Mientras yo esté aquí, Holanda no se inundará!” – gritó al viento Peter.
Estar bajo la lluvia es como ducharse. Después de una hora, claro, ya no es tan gracioso, especialmente con un dedo dentro de un huequito. Peter empezó a sentir miedo cuando todo se hizo oscuro. Estaba empapado y le dolía el dedo, pero no se fue. Tenia que salvar a su país.

-Ni mi mamá ni mi papá ni mis amigos morirán ahogados – se decía, mirando las estrellas. Y pasó toda la noche mojándose, pero con el dedo bien firme.

Al día siguiente, un caminante lo encontró temblando de frío, lo ayudó y pasó al voz para que arreglaran el dique. Peter fue nombrado “el pequeño héroe de Holanda” y desde esa vez, cuando alguien lo saludaba, él enseñaba su dedo, orgulloso.

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